La ciudad de Marbella, a lo largo de la última década, ademas de la crisis, ha sufrido ataques directos en su línea de flotación representada por las actividades turística e inmobiliaria. Aun así, comprar casa en Marbella es y será interesante, demostrando así el municipio la capacidad y fortaleza que puede llegar a tener una marca como Marbella.
Pero estas circunstancias no han logrado batir, a una ciudad que parecía tocada en profundidad. Marbella fue construida e ideada a conciencia como un destino, no efímero ni temporal, sino con el objetivo de perdurar y crecer adaptándose a los tiempos, creando una marca dotada de una fortaleza inusitada, que resiste y renace de los más cruentos asaltos.
La marca Marbella integra ingredientes como clima, excelentes infraestructuras, seguridad, servicios de altísima calidad a nivel empresarial y a nivel profesional humano, que han aunado esfuerzos para resurgir y volver a recuperar la normalidad e incluso comenzar a solidificarse internacionalmente.
El sector del lujo no sufre las crisis, es más, de cualquier crisis obtienen nuevas oportunidades de negocio y de inversión, porque son excelentes gestores y perciben el potencial de que goza un enclave como Marbella, que con un leve “empujoncito” toma un impulso exponencial.
“Marbella sigue siendo una ciudad reconocida mundialmente donde no han faltado los altibajos pero siempre con una base muy sólida, capaz de recuperarse rápidamente de momentos tan bajos como los vividos y mantener así un valor seguro muy apreciado por inversores y amantes de la ciudad que ven ella un valor seguro a medio largo plazo así como una forma de proteger sus ahorros en un mercado financiero tan inestable como el actual”, afirma Brice Benarroch Mennessons, director gerente de Benarroch real estate.
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